Avemos yegado vien.

Pues iba a ser un camino de rosas, pero no lo ha sido tanto, en principio y gracias al GPS nos planteamos ir alternando carretera y camino, pero la última etapa siempre tiene "eso", notas que las piernas no van, las conversaciones se pierden y hay como un halo de tristeza que aunque los novatos tengan cómo subjetivo es totalmente real, y así es cómo se presentaba el grupo, con la alegría de llegar al destino y el no querer dar por terminada la travesía, lo que te lleva a intentar tomar las menos decisiones posibles y das los pedales porque es lo que nos gusta y lo que nos hace disfrutar, una vez pasado el letargo hemos ido hilando kilómetros hasta llegar a la mitad de la etapa, donde hemos sellado por el tema de dos sellos por día mientras tomábamos un café, luego hemos aprovechado para pinchar por última vez y ya directos a Santiago, fotos, llamadas, alegría y el ritual obligatorio de final de ruta, abrazo al Santo, visita del sepulcro y recoger la compostela, donde hemos hecho saber a los recepcionistas las quejas sobre la forma de hacer el Camino de muchos peregrinos... en fin, que sabían a poco que les tiramos de la lengua que había incluso paquetes turísticos completos de la via de la Plata para evitar las etapas o tramos demasiado"tediosos", pero ellos desde allí poco podían hacer... en fin quite me fa un poco lo mismo, salvo que me ha obligado a dormir fuera del ambiente y dejar de compartir vivencias que sí han podido tener de forma gratuita estos turistas baratos... Alguien podrá pensar que cómo se me va la pinza en la última crónica, pero hoy he visto dos peregrinos no blancos de piel, sino crudos y casi transparentes..., bueno puede ser casualidad, claro, peeeeeeero en la etapa de A gudiña, cuando reventamos una rueda nos adelanto un peregrino que por milímetros no sale en la foto de la crónica, está detrás sentado, y cómo estamos de buen año pues no tenemos testimonio gráfico..., bueno pues hoy le hemos vuelto a adelantar...en fin, vamos a dejarlo en que nos lo hemos pasado muy bien, terminada la ruta en bici vamos a iniciar la gastronómica, que no nos hemos encontrado cola, siendo Domingo para ninguna de las obligaciones y que nos vamos a dormir que hay que recoger mañana el coche en el aeropuerto y tenemos unas ganas locas de repartir besos a nuestras respectivas familias.
Gracias a todos, tanto a los lectores cómo a los participantes activos, os hemos llevado muy cerca de nosotros y toda allá es poca cuando flaquean las fuerzas.
Hasta otra y un saludo.