Nada, que no hay manera de programar nada, toooodo sale mal, salimos mañana para Santiago y todavía quedan un montón de cosas en el aire, pero en fín, al menos hemos conseguido salvar los innumerables escollos, tanto familiares como laborales (no sé que hubiera sido sino pido vacaciones)...
Así que un año más, despues del parón del año pasado motivado por la crisis de los 40 y sus consecuencias en la salud, creo que de eso no se libra ni el gato al fín y al cabo, pero con ciertas secuelas corregibles gracias a la magia de la alquimia, podemos hacer vida normal, lo que nos lleva al siguiente paso. Si cada año hacía una ruta de varios días, porqué ahora iba a ser menos... y salvando las primeras reticencias familiares por razones obvias, al final conseguí el ansiado permiso para continuar haciendo lo mismo. O dicho de otra forma, me devolvieron el bono-bici, que todos sabemos que igual está completo como vacío...
En fín, espero que nos leais, que disfruteis de las andanzas, venturas y desventuras, que no aventura, no vamos al Amazonas... de cuatro divertidos compañeros de ruta, que día a día van devorando kilómetros de forma pausada, dejando que el Camino entre en nosotros y disfrutemos de cada uno de ellos como si fuera el último.
Un saludo y hasta mañana.
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